Prevenir los problemas cutáneos causados por las mascarillas

La nueva normalidad ha traído 2 accesorios imprescindibles con los que vamos a tener que convivir una larga temporada: el hidrogel y la mascarilla. El primero podemos sustituirlo por agua y jabón. Pero por desgracia, no podemos deshacernos de la mascarilla, que tenemos que usar durante largos periodos de tiempo, y en muchas ciudades como obligación.
Si juntamos los efectos de las mascarillas y el calorcito del verano, las irritaciones, granitos, rozaduras y proliferación de microorganismos en el rostro están asegurados.
Cuando ya es tarde, podemos recurrir a productos cosméticos especializados en lesiones de esta índole; como los de la marca iS CLINICAL, que lleva años desarrollando productos que alivian este tipo de problemas en profesionales sanitarios de todo el mundo.
Aunque para resolver los problemas cutáneos causados por el uso de mascarilla, lo mejor es prevenirlos antes de que aparezcan.
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A estas alturas de la crisis sanitaria ya habrás experimentado en primera persona los efectos secundarios inmediatos de las mascarillas; comienzan haciéndote polvo las orejas y terminan provocándote una dermatitis irritativa.
El uso de la mascarilla de forma continuada puede agravar dolencias existentes, como el acné o la rosácea
Así que, si tienes que llevar mascarilla durante muchas horas al día por el motivo que sea, hemos recopilado unos tips con los que puedas contrarrestar los efectos del uso diario de las mascarillas.
1. Una mascarilla para cada ocasión
Las mascarillas más seguras también son alas que más ceñidas van a la cara, y con ello las que más daños provocan; tanto por falta de ventilación como por aumento de la humedad.
Aprende a elegir la mascarilla adecuada para cada ocasión, pues no siempre necesitas la máxima protección. Y no es lo mismo acudir a tu trabajo en un centro comercial, que ir a pasar un día a la playa.
2. Reemplaza la mascarilla cuando sea necesario
Ya sé que todas no podemos renovar las mascarillas a diario, pero sí alternarlas. Desecha (o deja descansar unos días) la mascarilla en cuanto se humedezca. Ese es el momento en que deja de proteger y en el que empiezan a proliferar hongos y microorganismos.
3. Utiliza «salvaorejas»
El primer daño que sufrirás a causa de una mascarilla será en las orejas, ya sea por presión o rozadura. Un salva orejas de silicona es el complemento perfecto para tu mascarilla, porque no solo la mantiene firmemente acoplada a tu rostro, sino que a la vez protege tus orejas.
4. Minimiza el maquillaje
Al llevar mascarilla quedan cubiertas la mayor parte de las facciones del rostro, por lo que apenas se te ven los ojos. Aprovecha este punto a tu favor, y dale un respiro a tu piel evitando en la medida de lo posible los maquillajes oclusivos. Un imán para el Coronavirus, que no solo se pega al maquillaje de tu cara, sino también al que haya en la mascarilla.
El coronavirus se adhiere al maquillaje de tu cara y de tu mascarilla
5. Protégete del sol
Como la mayoría de los mortales habrás pasado una temporada confinada en un piso urbano, en el que apenas entra el sol unas pocas horas al día. Tras estos meses de «no sol» y con el rostro más sensible que nunca, el protector solar debería ser el único cosmético que te apliques antes de salir de casa.
6. Limpieza e hidratación
Intensifica la limpieza e hidratación de la piel, sobre todo antes de salir de casa. Utiliza cremas con principios activos hidratantes que potencien la transpirabilidad de la piel.
Es momento de extremar la higiene, no obstante no abuses del agua, pues afecta a la cubierta lipídica de la piel, encargada de crear una barrera protectora y fijar la humedad.
7. Duerme tus 8 horas
Hemos mencionado en algún artículo anterior que no dormir lo suficiente debilita el sistema inmune, baja las defensas e inhibe la regeneración celular. Algo imprescindible para mantener reseteado el cutis en tiempos de Covid 19.